Cada creación de Pep Monjo se materializa en una pequeña fábrica de las Islas Baleares, concretamente en Menorca.
Una tradición en la que llevan trabajando varias generaciones de personas que con mucho amor y cuidado elaboran cada creación de sus zapatos. Desde que comenzó la marca Pep Monjo, e incluso antes, con su padre, también diseñador de calzado.
Los trabajadores son un pilar básico en cualquier compañía. La clave del éxito se basa en que estén comprometidos y se sientan realizados y felices con las funciones que desempeñan. Son los cimientos, quienes realizan las funciones que hacen que la empresa produzca, crezca y se consolide en el mercado. Ahí se materializan cada uno de los diseños Pep Monjo.
La historia del zapato en Menorca remonta a generaciones enteras. y es en ésta tradición en la que se siguen elaborando los zapatos Pep Monjo.